Los postulados del expresionismo en el terreno de la literatura, principalmente en la novela y el teatro, son similares a los del arte expresionista y la música expresionista. Personajes y escenarios se presentan de un modo distorsionado, con la intención de producir un gran impacto emocional.
En el campo de la literatura, pues, la llamada “década expresionista” denomina el periodo cumbre del movimiento; esto es, el periodo comprendido entre 1910 y 1920. La erupción de la Segunda Guerra Mundial supone una fuerte ruptura, tanto en los tonos como en los tópicos, particularmente, en el campo de la poesía expresionista. Mientras algunos autores literarios (por ejemplo, los autores futuristas) consideraron la guerra como una fuerza arrasadora y renovadora que acabaría con la sociedad burguesa, por otro lado, la imagen del conflicto cobró tintes negativos de la mano de otros muchos poetas que plasmaron los horrores de la guerra en sus obras. Y no es de extrañar, ya que muchos de ellos habían vivido, en primera línea y en sus propias carnes, la desolación de la guerra. Ningún otro movimiento hasta la fecha había apostado de igual manera por la deformidad, la enfermedad y la locura como el motivo de sus obras. Como cualquier otro movimiento de cualquier otra época, tampoco el expresionismo tiene los limites bien definidos y, por ello, su definición depende del punto de vista que se adopte.
Representante del Expresionismo |
Karl Georg Büchner (17 de octubre de 1813 – 19 de febrero de 1837), dramaturgo alemán y escritor de prosa. Era hijo del renombrado químico y médico forense Ernst Büchner, y hermano del físico y filósofo Ludwig Büchner. El talento de Büchner es generalmente tenido en gran estima tanto en Alemania como en el extranjero y sus obras se representan con frecuencia. Se considera que, de no haber muerto tan joven, hubiese adquirido la importancia de Goethe y Schiller.
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