domingo, 27 de noviembre de 2011

El Realismo

Es el movimiento artístico de la segunda mitad del siglo XIX, que aparece como reacción a los excesos de ‎la fantasía romántica. Pretende reflejar la realidad en forma objetiva. Según la temática, el realismo se ‎expresa, a veces, a través del costumbrismo, del criollismo, del naturalismo o del mundonovismo.
‎El Criollismo literario fue un movimiento que nació con el propósito de retratar las costumbres ‎populares, con los tipos y en el lenguaje del bajo pueblo, sobre todo del campesino. Motivó el desarrollo ‎de la literatura regionalista, que reflejó la realidad política, humana, económica y social, de un espacio ‎determinado y así creó una literatura original con base en los elementos naturales del continente. Entre ‎sus exponentes figuran escritores de diferentes tendencias: el venezolano Rómulo Gallegos que escribió la ‎novela de los llanos Doña Bárbara (1929); el colombiano José Eustaquio Rivera, con su novela de la ‎selva La vorágine (1924); la novela gauchesca Don Segundo Sombra (1926) que escribió Ricardo ‎Güiraldes. Incluso es posible incluir a Mariano Azuela con su novela de la revolución mexicana Los de ‎abajo (1915). ‎
El costumbrismo
Tendencia o género literario que se caracteriza por el retrato e interpretación de las costumbres y tipos del ‎País. La descripción que resulta es conocida como "cuadro de costumbres" si retrata una escena típica, o ‎‎"artículo de costumbres" si describe con tono humorístico y satírico algún aspecto de la vida. ‎
La novela costumbrista tuvo especial resonancia en algunos países. Así, en México, en Colombia, donde ‎el costumbrismo penetra también en el campo de otras novelas, no específicamente costumbristas. Por ‎ejemplo, es notorio el peso que elementos de esta naturaleza tienen en una novela sentimental como ‎María, de Jorge Isaas ‎El mundonovismo, cuyo nombre viene del concepto nuevo mundo, como se llamó a América, en ‎oposición al viejo mundo.‎

Las características del mundonovismo son: ‎
‎•‎ representación cíclica de la vida de un país.‎
‎•‎ Intenta abarcar distintos sectores de la vida nacional (campo, minas, mar)‎
‎•‎ La naturaleza –el paisaje- pasa a ser protagonista. Así lo muestra José Eustaquio Rivera ‎‎(Colombia, 1888-1928) en su obra La vorágine (1924). A diferencia de Quiroga, en cuyos ‎cuentos la naturaleza aparece despersonalizada, y de Gallegos, donde se la personifica a través ‎de la mediación del personaje central femenino de su novela capital, en la escritura de Rivera la ‎selva es, directamente, el personaje central del relato: sujeto de acciones tales como seducir, ‎atraer y aniquilar, la selva se opone al intelectual Arturo Cova, principal narrador y protagonista ‎de la historia.‎ ‎ ‎
‎•‎ Hay preferencia por la novela de la tierra. ‎
‎•‎ Se adapta el lenguaje a los sectores representados.

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